ESPEJO
Te veo y dos vasos llenos.
Te ves y solo me rascas el pelo.
Repisa más discos viejos,
valor más tu espalda.
Curvilínea extrañeza, agónico recuerdo.
Te proyectas en tu sombra de ojos clausurados.
No hay peinado ni muchas trancas,
te obsequias una foto sobre mi vaso lleno,
tal como imaginé una caída.
Teniendo en cuenta
un sueño que nos complica o un regazo vacilante,
satisfecho cómplice, el tímido respiro.
Pies descalzos simulan confianza.
Más vino más pechos.
Cae tu propia risa sostenida,
punto de solución.
Cae el perfume de piel,
maquilla cáscaras de labios.
Con ojos abiertos por turno.
Quiebre en libertad.
Ahora , antes de tu ombligo,
sin ceremonias, formal y cortés.
La oferta se fija en un cuello con collares ajenos.
De cumple-meses o de cumple-días,
aniversarios que festejé.
Reforzando los candados desde tu mejilla,
distracción y semillas de los supuestos rones.
Sentir pasos llega a opacar la adrenalina,
descaro guiado por Dios
exactamente al mirarnos en tu anillo,
asumiendo una responsabilidad de citas textuales.....
.... Antes de mirarte en el vaso.
Era un viejo compañero.
Presenciamos el filme;
Pasó silbando y mirando un cuadro,
la inocencia que contrastaba nuestra imagen.
Los dos sabemos el tipo de atracción,
culpables de no sentir culpa,
bien entendido sumando tus celos invisibles.
Hablando a la razón de un cosquilleo,
dictando lo entregado que fui.
De pie, solo un beso, mi mano en tu cadera,
la ropa se arregla de manera sensual o de intrascendencia.
Volvemos donde se debe,
¿Un trago?, “si, gracias”...
Ahora que me miras y apagamos todo,
lejos de contar las noches sin vernos...
¿Porqué niego tu foto?.
DEJAR VOLAR
Era ese mismo café bar
donde se juntaron dos palomas.
La puntualidad asombró las miradas
de una curiosidad colectiva.
A todo esto, entraba una brisa con dirección,
se notaba que el pelo inundó la mejilla en la paloma segunda.
Todo el mundo lo supo en pos de un aire tibio en discreción.
En todo caso, aclaro que no llegó a impactar
más que el diseño de las tazitas.
Aseguro que esta gente no sabe que esa admiración
nace del gorro de una paloma, les aclara el patrón
de esas propias mímicas que se ven borrosas a la distancia.
Pareciera que muchas cucharas toman un ritmo unísono,
consecuencia de la manera de verter azúcar
sucinta e impoluta de la paloma primera.
Se hablan con frío, buscan encendedores,
ningún alma les ofrecería, por miedo, por claro pudor,
¡y por más que nada!; por no hacerles notar que las miran hace minutos,
y que saben hasta de sus ascos y pasos futuros.
Ni siquiera quiero pensar en mi propia vergüenza,
la de intrometerme con desenfado en una imagen que no me corresponde.
Por lo cotidiano del universo, ellas no se percatan
de la gente ni menos del que las evita mirar fijo.
Yo, que llego a sentirme camuflado por unos lentes transparentes
que se empañan al alcanzar el vapor del café abandonado
(con música de fondo).
No existiría nada más fuera de lugar
que se dieran cuenta de mis miradas,
ni menos imaginar el momento de un saludo y un ánimo.
La vida da vuelta y no de vieja,
en meses o de invierno a primavera.
Lo principal que fue, ahora sería una perdida de boca.
Derroche de energía que ocuparía al pagar una cuenta
en cuando las palomas usen sus alas despojando plumas.
No estoy desdichado ni siento que agradecería lo vivido,
esos capítulos que hojearía sin peso de equivocar la noche,
asunto de comodidad, perversidad de relación no confusa.
Indiferencia a la nula claridad de sentimientos.
El cariño peor guardado, ingrato.
ENTRE DICHOS
De Un Niño En Un Piso De Inviernob
El entorno en achurada periferia, obviamente bajo infinito.
Tirado en la semi lluvia.
Más lejos que el espejo
y con la vista al cielo.
Las gotas caen justo donde las vi.
Ahora sí espero un relajo,
ya que pronto serán un trámite
llenando ese charco rebalsado.
Viento que preocupa a mi pelo,
ropa pegoteada en mi justa concepción.
Ni siquiera un problema,
aparentemente desentierro un idilio.
Mis pies que rozan hormigas,
mi espalda que juega a estilarse.
(Algo que hace mucho sí es textual,
es que se me olvidó el invierno,
o no lo dejé de ignorar hasta que llegó.
Ahora, es injusto de verificar
sabiendo que mi ropa es corta por elección)
Pero quizás llegué a creer en fantasmas.
Creer que el umbral se aleja mientras más lo repaso
es quizás un castigo, es talvez una insinuación,
todo por jamás haberlo saboteado sobre una sonrisa,
el dato que lleva la solución final.
Es un hecho que no existe otra cosa,
un segundo argumento,
siendo hijo y discípulo de esto.
El tiempo no tiene porqué darme explicaciones,
menos las gotas que hasta las disfruto sin pedir control.
Eso si, no descarto algún día exportar o apropiar.
No soplaré esas hormigas (que ahora me pican las rodillas).
Veo pasar a mi futura pausa, le doy presencia
y si quiero hago música
con una hoja y el charco preciado.
Esquivo el calor sin excesos de ruido,
casi de inercia, habitual masoquismo.
Comenzando a entender lo cómplice del silencio,
una puerta que no se inventó.
Continúa un presente
y pasa lo de siempre,
podrían verme o entenderme.
Y debato entre la vergüenza
y el evitar dar hasta la más cordial explicación.
“Buenas tardes”, canto una pieza de rock......
LENNON, STARR, MAÑANA
El túnel de una noche.
Embrujo de un enigma tan ebrio como impune.
Tengo 80 años y hoy no cuento algo insoportable.
Se supone que bostezo.
Esperan que me duerma, temprano me desgasto.
Lo peor es la memoria, no olvidar las vergüenzas,
intensificar risas textuales, dar valor a 75 años.
No narro mis países, no habrían oídos de historia.
Sólo asombros de nitidez y preocupación por mi saliva.
Pero ¡alto, alto, alto...!, existe un detalle para mis hijos, nietos y gatos;
......Fui John Lennon, si.... pero me enamoraba siendo Ringo Starr……
Asegurando que el primer amor marcaría mi teléfono
llanto por llanto,
a través de respiros mutuos, naranjo en flor...fui Lennon.
Sin embargo, cuando tirité aislado frente a la carta amarilla que me aliñaba.
Cuando no respiré al hablar con su familia.
En el momento que mi lágrima fue hipoteca, fui Starr.
Al cantar ebrio para palmas desconocidas.
Al animar toda clase de escenas que no barajaban futuro.
Cuando procuraba de contagiar mis carcajadas
a dimensiones incalculables....fui Lennon.
Al patear un balón de fútbol, volví a ser Lennon.
Al renunciar antes del propio partido o recién comenzado el entretiempo,
al justificar ir a ver el mar , fui Ringo baterista.
También;
cuando mi desdén se inmiscuyó en un hola,
al fiscalizar la noche con intereses,
al luchar frente a las diferencias con ventaja hacia mi soberbia.....
Fui perfectamente ese John Lennon del cuadro.
Pero no sé exactamente si Lennon fue así, eso me dijeron las
biografías....
A lo mejor la vida es una pose de teatro
antes y después de la escena.
Cuando me vi por Ringo;
me llenó la hazaña de mantener una sombra de bajo perfil
aún viviendo la historia que involucró al universo.
Sabiendo más de la cuenta.
Jurando discreción de sobra.
Me di por influyente al presenciar risas y suspiros de desmotivación.
Ahora....déjenme dormir y controlar vejiga.
Protagonizar sentimientos fálicos
y sobre estudiar amigos que no se imaginan donde estoy,
siempre y cuando no fallecieron pensándome y pensándose,
totales gracias por el aire.
Mañana recibo al sacerdote.
Más tarde decido acoger páginas.
RESPETO
A veces no se recuerda, lo abrigo si me gusta,
sencillamente un tedio, miradas a un suelo que rebotan.
Teóricamente más de cuatro esquinas,
polvo que de a poco se adueña de las importancias.
Tal vez sirva para tomar lo demás y regalarle un valor,
o quizás un precio, yo no compraría nada,( insisto con un suspiro).
Una guitarra, un vaso , ningún zapato, calor embrujante.
Debería marchar de cero, un adiós a nadie que por lo menos me escuche.
Dejando a la picazón, me paro y doy dos pasos (engañado lo pasado),
no vuelvo, podría reír y contar mariposas.
Aguanto vueltas a propósito de lo vivido, reciclo el perder tiempo.
Retrocedo.
Tal vez sirva, ignorar el tedio, respetar el constante, gratis.
Bajo ninguna idea; imaginarlo en una balanza junto al goce del ocupado.
Compré el tedio, me hizo mirar ideas disecadas.
Desde ahora busco no dar prioridad a la iniciativa,
exijo respeto al ocio forzado.
Declaro mi empatía con la incomodidad, nada.
Como me gustaría vivir un nuevo tedio, con más calor,
más cargoso, permiso.....canto una pieza de rock.
¿SONÓ EL TIMBRE??.
Celebro paréntesis, con todo respeto
DÍA DE MÁS
Cayendo en la resaca de tu miel,
morir y robar.
El mismo sentido de tus gemidos.
Repitiendo el trance, luz lateral.
El rayo que desarmó el cuadro perfecto
de tu perfil y mi revolver.
Mi diamante jamás trizó vidrios.
Tú, ahogando lo corriente.
Siendo lo satisfecho, motivo de un silencio,
(Recuerda que respiras sin tapujos
sin leerme más que el final.)
Pasando a mi lugar en un solo capricho.
Cada nudo de tu saliva, mi angustia.
Una nube que reventaste, y mirándome.
Fijándote.
Mueca indescifrable por querer, tus dedos ya son amnesia.
Apostando la voz para no analizar, por no adquirir,
endulzando el universo que nos sonroja,
burlándose del discurso que señalo nada y todo,
la indecisión que cortó el cause, ahora.
Después, lavándome las manos, sin suciedad,
con una cruda espuma barnizando el embrollo,
dejando correr un agua que me congela
sin razonar en el rostro del espejo...
Que dio la garantía.
Te siento, adherida,
el silbido que simboliza lo que nadie buscó.....
Me acercas sin quejas
y yo busco lo prudente,
la fe en no cuestionar, ¿dónde quedó?.
Culpa mía, tus cristales fijos,
empeño ahora lo recién pasado.
Te veo y dos vasos llenos.
Te ves y solo me rascas el pelo.
Repisa más discos viejos,
valor más tu espalda.
Curvilínea extrañeza, agónico recuerdo.
Te proyectas en tu sombra de ojos clausurados.
No hay peinado ni muchas trancas,
te obsequias una foto sobre mi vaso lleno,
tal como imaginé una caída.
Teniendo en cuenta
un sueño que nos complica o un regazo vacilante,
satisfecho cómplice, el tímido respiro.
Pies descalzos simulan confianza.
Más vino más pechos.
Cae tu propia risa sostenida,
punto de solución.
Cae el perfume de piel,
maquilla cáscaras de labios.
Con ojos abiertos por turno.
Quiebre en libertad.
Ahora , antes de tu ombligo,
sin ceremonias, formal y cortés.
La oferta se fija en un cuello con collares ajenos.
De cumple-meses o de cumple-días,
aniversarios que festejé.
Reforzando los candados desde tu mejilla,
distracción y semillas de los supuestos rones.
Sentir pasos llega a opacar la adrenalina,
descaro guiado por Dios
exactamente al mirarnos en tu anillo,
asumiendo una responsabilidad de citas textuales.....
.... Antes de mirarte en el vaso.
Era un viejo compañero.
Presenciamos el filme;
Pasó silbando y mirando un cuadro,
la inocencia que contrastaba nuestra imagen.
Los dos sabemos el tipo de atracción,
culpables de no sentir culpa,
bien entendido sumando tus celos invisibles.
Hablando a la razón de un cosquilleo,
dictando lo entregado que fui.
De pie, solo un beso, mi mano en tu cadera,
la ropa se arregla de manera sensual o de intrascendencia.
Volvemos donde se debe,
¿Un trago?, “si, gracias”...
Ahora que me miras y apagamos todo,
lejos de contar las noches sin vernos...
¿Porqué niego tu foto?.
DEJAR VOLAR
Era ese mismo café bar
donde se juntaron dos palomas.
La puntualidad asombró las miradas
de una curiosidad colectiva.
A todo esto, entraba una brisa con dirección,
se notaba que el pelo inundó la mejilla en la paloma segunda.
Todo el mundo lo supo en pos de un aire tibio en discreción.
En todo caso, aclaro que no llegó a impactar
más que el diseño de las tazitas.
Aseguro que esta gente no sabe que esa admiración
nace del gorro de una paloma, les aclara el patrón
de esas propias mímicas que se ven borrosas a la distancia.
Pareciera que muchas cucharas toman un ritmo unísono,
consecuencia de la manera de verter azúcar
sucinta e impoluta de la paloma primera.
Se hablan con frío, buscan encendedores,
ningún alma les ofrecería, por miedo, por claro pudor,
¡y por más que nada!; por no hacerles notar que las miran hace minutos,
y que saben hasta de sus ascos y pasos futuros.
Ni siquiera quiero pensar en mi propia vergüenza,
la de intrometerme con desenfado en una imagen que no me corresponde.
Por lo cotidiano del universo, ellas no se percatan
de la gente ni menos del que las evita mirar fijo.
Yo, que llego a sentirme camuflado por unos lentes transparentes
que se empañan al alcanzar el vapor del café abandonado
(con música de fondo).
No existiría nada más fuera de lugar
que se dieran cuenta de mis miradas,
ni menos imaginar el momento de un saludo y un ánimo.
La vida da vuelta y no de vieja,
en meses o de invierno a primavera.
Lo principal que fue, ahora sería una perdida de boca.
Derroche de energía que ocuparía al pagar una cuenta
en cuando las palomas usen sus alas despojando plumas.
No estoy desdichado ni siento que agradecería lo vivido,
esos capítulos que hojearía sin peso de equivocar la noche,
asunto de comodidad, perversidad de relación no confusa.
Indiferencia a la nula claridad de sentimientos.
El cariño peor guardado, ingrato.
ENTRE DICHOS
De Un Niño En Un Piso De Inviernob
El entorno en achurada periferia, obviamente bajo infinito.
Tirado en la semi lluvia.
Más lejos que el espejo
y con la vista al cielo.
Las gotas caen justo donde las vi.
Ahora sí espero un relajo,
ya que pronto serán un trámite
llenando ese charco rebalsado.
Viento que preocupa a mi pelo,
ropa pegoteada en mi justa concepción.
Ni siquiera un problema,
aparentemente desentierro un idilio.
Mis pies que rozan hormigas,
mi espalda que juega a estilarse.
(Algo que hace mucho sí es textual,
es que se me olvidó el invierno,
o no lo dejé de ignorar hasta que llegó.
Ahora, es injusto de verificar
sabiendo que mi ropa es corta por elección)
Pero quizás llegué a creer en fantasmas.
Creer que el umbral se aleja mientras más lo repaso
es quizás un castigo, es talvez una insinuación,
todo por jamás haberlo saboteado sobre una sonrisa,
el dato que lleva la solución final.
Es un hecho que no existe otra cosa,
un segundo argumento,
siendo hijo y discípulo de esto.
El tiempo no tiene porqué darme explicaciones,
menos las gotas que hasta las disfruto sin pedir control.
Eso si, no descarto algún día exportar o apropiar.
No soplaré esas hormigas (que ahora me pican las rodillas).
Veo pasar a mi futura pausa, le doy presencia
y si quiero hago música
con una hoja y el charco preciado.
Esquivo el calor sin excesos de ruido,
casi de inercia, habitual masoquismo.
Comenzando a entender lo cómplice del silencio,
una puerta que no se inventó.
Continúa un presente
y pasa lo de siempre,
podrían verme o entenderme.
Y debato entre la vergüenza
y el evitar dar hasta la más cordial explicación.
“Buenas tardes”, canto una pieza de rock......
LENNON, STARR, MAÑANA
El túnel de una noche.
Embrujo de un enigma tan ebrio como impune.
Tengo 80 años y hoy no cuento algo insoportable.
Se supone que bostezo.
Esperan que me duerma, temprano me desgasto.
Lo peor es la memoria, no olvidar las vergüenzas,
intensificar risas textuales, dar valor a 75 años.
No narro mis países, no habrían oídos de historia.
Sólo asombros de nitidez y preocupación por mi saliva.
Pero ¡alto, alto, alto...!, existe un detalle para mis hijos, nietos y gatos;
......Fui John Lennon, si.... pero me enamoraba siendo Ringo Starr……
Asegurando que el primer amor marcaría mi teléfono
llanto por llanto,
a través de respiros mutuos, naranjo en flor...fui Lennon.
Sin embargo, cuando tirité aislado frente a la carta amarilla que me aliñaba.
Cuando no respiré al hablar con su familia.
En el momento que mi lágrima fue hipoteca, fui Starr.
Al cantar ebrio para palmas desconocidas.
Al animar toda clase de escenas que no barajaban futuro.
Cuando procuraba de contagiar mis carcajadas
a dimensiones incalculables....fui Lennon.
Al patear un balón de fútbol, volví a ser Lennon.
Al renunciar antes del propio partido o recién comenzado el entretiempo,
al justificar ir a ver el mar , fui Ringo baterista.
También;
cuando mi desdén se inmiscuyó en un hola,
al fiscalizar la noche con intereses,
al luchar frente a las diferencias con ventaja hacia mi soberbia.....
Fui perfectamente ese John Lennon del cuadro.
Pero no sé exactamente si Lennon fue así, eso me dijeron las
biografías....
A lo mejor la vida es una pose de teatro
antes y después de la escena.
Cuando me vi por Ringo;
me llenó la hazaña de mantener una sombra de bajo perfil
aún viviendo la historia que involucró al universo.
Sabiendo más de la cuenta.
Jurando discreción de sobra.
Me di por influyente al presenciar risas y suspiros de desmotivación.
Ahora....déjenme dormir y controlar vejiga.
Protagonizar sentimientos fálicos
y sobre estudiar amigos que no se imaginan donde estoy,
siempre y cuando no fallecieron pensándome y pensándose,
totales gracias por el aire.
Mañana recibo al sacerdote.
Más tarde decido acoger páginas.
RESPETO
A veces no se recuerda, lo abrigo si me gusta,
sencillamente un tedio, miradas a un suelo que rebotan.
Teóricamente más de cuatro esquinas,
polvo que de a poco se adueña de las importancias.
Tal vez sirva para tomar lo demás y regalarle un valor,
o quizás un precio, yo no compraría nada,( insisto con un suspiro).
Una guitarra, un vaso , ningún zapato, calor embrujante.
Debería marchar de cero, un adiós a nadie que por lo menos me escuche.
Dejando a la picazón, me paro y doy dos pasos (engañado lo pasado),
no vuelvo, podría reír y contar mariposas.
Aguanto vueltas a propósito de lo vivido, reciclo el perder tiempo.
Retrocedo.
Tal vez sirva, ignorar el tedio, respetar el constante, gratis.
Bajo ninguna idea; imaginarlo en una balanza junto al goce del ocupado.
Compré el tedio, me hizo mirar ideas disecadas.
Desde ahora busco no dar prioridad a la iniciativa,
exijo respeto al ocio forzado.
Declaro mi empatía con la incomodidad, nada.
Como me gustaría vivir un nuevo tedio, con más calor,
más cargoso, permiso.....canto una pieza de rock.
¿SONÓ EL TIMBRE??.
Celebro paréntesis, con todo respeto
DÍA DE MÁS
Cayendo en la resaca de tu miel,
morir y robar.
El mismo sentido de tus gemidos.
Repitiendo el trance, luz lateral.
El rayo que desarmó el cuadro perfecto
de tu perfil y mi revolver.
Mi diamante jamás trizó vidrios.
Tú, ahogando lo corriente.
Siendo lo satisfecho, motivo de un silencio,
(Recuerda que respiras sin tapujos
sin leerme más que el final.)
Pasando a mi lugar en un solo capricho.
Cada nudo de tu saliva, mi angustia.
Una nube que reventaste, y mirándome.
Fijándote.
Mueca indescifrable por querer, tus dedos ya son amnesia.
Apostando la voz para no analizar, por no adquirir,
endulzando el universo que nos sonroja,
burlándose del discurso que señalo nada y todo,
la indecisión que cortó el cause, ahora.
Después, lavándome las manos, sin suciedad,
con una cruda espuma barnizando el embrollo,
dejando correr un agua que me congela
sin razonar en el rostro del espejo...
Que dio la garantía.
Te siento, adherida,
el silbido que simboliza lo que nadie buscó.....
Me acercas sin quejas
y yo busco lo prudente,
la fe en no cuestionar, ¿dónde quedó?.
Culpa mía, tus cristales fijos,
empeño ahora lo recién pasado.
(a campusano lo conoci en un taller de poesia de Simon fierro al cual yo no iba mucho (segunda etapa)la ultima vez que lo vi nos tomamos unos copetes en la Sech y yo me cure raja..ahi intercambiamos libros.Me dio el mail y el telefono,los anote en un papel pero de ebrio se me perdieron y le perdi la pista..si alguien lo conoce diganle que Valdes marcelo lo anda buscando.
4 comentarios:
loco, qué malo, la cagó para ser malo... dedícate a otra cosa, compadre!
oigame con mucho repeto, no se haga la grasiosa yo soy profesor de la u.chile y este chico es uno de los grandes.
para mayor informacion me llamo jonatan sandoval igor.
suerte
Interesantes poemas, me dejaron bastante pensativa. Buen trabajo!
estan muy buenos, me senti represantada con algunos poemas.
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