26.7.07

Condorito Cabeza Negra




Una cosa es perder en la cancha, entregándose al máximo mojando la camiseta, tener al frente a los alaracos Argentinos, que cualquier actor envidiaría el histrionismo casi natural de aquellos rostros llenos de dolor, representando una verdadera tragedia Griega. Pero los que realmente sufrían la tragedia eran nuestros muchachos, cabros de caras sencillas, cortes de pelo flaites, al ritmo reggeaton, hijos del rigor como dice mi compadre, de saludos a la abuelita, a la mamita, a mi viejo que me esta mirando desde el cielo. Ellos las verdaderas víctimas, porque ante su buen juego a la pelota, un equipo que se entiende, que mas de figuras, es un complemento de todos en la cancha, un arquero que vuela atrapando todo lo que pretenda entrar en su valla. Se enfrentaron con la otra cara del juego, el burdo engaño, la fabricación obscena de foul y el favoritismo del peso de la historia. Argentina, quien sabe de primeros lugares, reiteradas copas y triunfos (algunos a lo pirro). Pero finalmente poseen el oficio de campeón a toda costa. Un arbrito que se inclina desvergonzadamente a favor de uno de los equipos, en este caso del mas fuerte (hipotéticamente). Ensuciando un partido que,...los argentinos ganaban justamente por la cuenta mínima. Pero quedaba todavía mucho partido y era Chile quien jugaba mejor y se acercaba peligrosamente al empate y a cambiar la historia derrotista, de un país acostumbrado a ver frustradas las aspiraciones de campeonar en este deporte de millones de personas y de billetes. Pero la fatídica historia comienza a repetirse con una tarjeta Roja, en una falta estúpida por el calentamiento, porque el Chileno es caliente o sea se calienta rapidito y no aguanta weas cometiendo errores por falta de táctica y estrategia. Los entrenadores deberían hacer leer a Lenin a los cabros, en una de esas, se toman el poder en la cancha. Bueno pero se carece de sangre fría y eso el oponente lo sabe y lo explota, el arbitro con nada de criterio comienza su Show de tarjetas, amarillas y rojas. Todo se incendia. Los hinchas, en el estadio en el restaurante y en las casas ven con impotencia como vamos nuevamente al desfiladero. Y se comienza a recordar a la mamá del Arbitro, la de los argentinos, la mamá del Carcuro que habla puras weas el conchesumadre. En fin todo el mundo caliente, termina el partido al arbrito le quieren puro dar, entra un hincha hediondo a combos, lo sigue la policía por la cancha, los jugadores, el cuerpo técnico todos a darle al saquero protegido y como es alemán, tenia cara de alemán cagao de susto. Toda la choreza del roto chileno se le fue encima, con la pluma pará, pintura guerra, con ganas de sacarle las rechuchas. Tubo que ser protegido y tener que pasar como por un callejón oscuro, con escupo y pata, bien a lo chileno mierda. Hasta que la cancha fue historia, y comenzaba la historia de los camerinos, la salida del estadio. Y esto ya no tenia nada que ver con el partido. Esto era simplemente la triste realidad, la naturaleza Racista y xenófoba de la policía de un estado democrático, con libertades ciudadanas aseguradas, donde habitan una gran comunidad de Chilenos y Latinoamericanos, donde se les corrió el maquillaje de la tolerancia y a puro bastonazo eléctrico, gas a la cara, palos y patadas, las emprendieron contra los cabecitas negras, sin importar si eran deportistas, que eran jóvenes muchachos saliendo de una competición en la cual fueron derrotados. Para los ojos desencajados de esos guardianes del orden, eran delincuentes peligrosos provenientes de extrañas tierras incivilizadas, donde se desaparece y se tortura gente, por eso ellos habían cobijado a tantos de estos bárbaros, para que no se los comieran los de la otra tribu. Pero una cosa es asilar y otra que vengan a hacernos escándalo. Los reclamos de las organizaciones nacionales, del estado, de los políticos, fueron demasiado tímidas, como para la foto, pa la galla, pa que crean que también somos choros a nivel de estado, y pedimos explicación y la wea. Al final todo queda en na, a los cabros ya les sacaron la chucha, ya recibieron la humillación, ya jugaron y ganaron el tercer lugar, el comentarista le dedica la transmisión a Carcuro al cual se le ha muerto su padre, se colocan las medallas, los cabros con pocas ganas. Una tímida protesta en las afueras del estadio de un grupo de dignidades con las manos esposadas. Los de esta tierra nada, me acuerdo lo de Brasil y el condoro Rojas, como se encendió la patriotera estupidez, y las emprendió contra la embajada, terminando después en una vergüenza nacional. Nadie se hizo cargo, la masa desconocida silbo al aire como haciéndose el weon en masa. Y hoy donde realmente se necesitaba una respuesta de dignidad, nos llenamos el buche de cerveza y las emprendemos contra la imagen de la TV, después nos cagamos de la risa y se nos olvida, total esa wea si que la aprendimos muy bien, a olvidar rápidamente. Es una lastima por los cabros, jugaron con el corazón, pienso que realmente querían entregarnos una felicidad, el orgullo de ser un pueblo campeón. Pero es lo que hay no más. No se puede pedir más. Por lo menos por el momento. Ellos serán vendidos en millones de dólares, la gran mayoría jugaran fuera del País. La farándula se frota las manos, saben que hay carne nueva. Y nosotros…bueno nosotros, que otros la mojen.“ Hay cachao que se está llenando de Peruanos la plaza de armas”.¡!!!!!!EXIJO UNA EXPLICACION!!!!!.


Kachencho.(Rolando Mancilla)

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