25.7.08

Nuestro GG en la Habana


Sigo estando extraño, sigo viendo otras cosas que no se ven con la simple vista. Mis sentidos y mis pensamientos siguen difusos con respecto a la forma en que se fue trazando mi camino de abandono de la superestructura pero se sigue aclarando en lo que respecta a mi antigua vida, desconozco cuanto faltara para el comienzo del fin . Hace un par de días llovió acá en Santiago y por la mañana al venir en metro hasta mi trabajo por aquellas estaciones donde el tren va en altura logre divisar esas casas que están en la precordillera, esas mismas casa que visite hace años y esas mismas de los faldeos que en mis sueños me indican se espera supuestamente el nuevo aterrizaje silencioso de las naves de otro mundo que comenzaran poco a poco a devolver algunos de mis antiguos amigos y ha llevarnos a otros. seguí detenido en las imágenes de mis sueños hasta el exacto momento en que unos pasajeros bajaron en la estación Rodrigo de Araya y pude acomodarme mejor para retomar la pagina 61 del libro que había comenzado la noche anterior en mi casa."NUESTRO GG EN LA HABANA" del escritor cubano PEDRO JUAN GUTIERREZ, Residente en la misma Cuba,Parece algún extraño tipo de homenaje, o una parodia a las novelas de Graham Greene,(de ahi lo de GG ) y en general a todas esas historias de espionaje y gansteriles. Pedro Juan Gutiérrez narra en forma brillante los enredos y las situaciones a ratos in entendibles que cuenta como protagonista al propio Greene ,intentando dar coherencia a un relato lleno de situaciones incoherentes...


"...La realidad siempre es demasiado complicada. Por eso es inatrapable. La literatura nunca pasa de ser una verdad simplificada, una verdad a medias. No se puede ser pretencioso. No se puede aspirara a màs..."

12.7.08

Autoretrato (Ingrid Yametti)


Pido prestadas algunas páginas de mi soberbia,
después de haber gastado otro par de zapatillas,
las mismas que he comprado
durante siete años.

Escucho esa radio fascista,
que inevitablemente me atrapa
con su música de antaño.

Recuerdo a mi madre y sonrío.

Espero al hijo del panadero
que paciente habita,
en el lindero esquivo
de mi corazón.

Suelo desaparecer interpretándome
en Jou de Sant.

Me encanto de la vida
recorriendo la geografía humana,
aferrándome a la existencia
para llegar a mi destino.

Soy feliz comiendo chocolate con menta,
como cuando niña
en las tardes frías y de apagones
en Cinco de Abril.