¿Se puede estar tan aburrido y tan condenadamentente solo que nuestro ùnico contacto con los demàs sea un incesante monòlogo interior del que nos aseguremos que nadie tenga noticia? Pues parece que sì, y que los diarios de Cobain son la mejor pruena de ello.
Deberìa advertirles ahora que no son exactamente diarios, y que en ellos hay una soterrada intenciòn de no mantenerse ocultos. Hay un poco de recuento vital, Cobain deja entrever algunas situaciones significativas en su fracaso diario hacia el estrellato, pero no es lo ùnico que encontremos, hay versos, canciones embrionarias, cartas que nunca buscaran un remitente, ilustraciones, anotaciones marginales, set list para conciertos, todo expuesto de manera torrencial y caòtica, no sòlo revela la confusiòn que tenia Cobain frente a las cosas que le iban pasando, sino tambièn deja en claro lo arduo que fue su escalada desde un pueblito perdido en el mapa hasta convertirse en el Frontman de Nirvana.
Si algo tenìa en claro Cobain era que deseaba desesperadamente el èxito, desde sus bandas embrionarias, su proceso creativo iba màs allà que un simple pasatiempo de adolescente, esta aburrido de casì todo excepto de la mùsica, ese deseo y un dolor insoportable (en parte fìsico en parte mental) lo acompañaron en la ruta, una vez que llegò a el final del camino, simplemente decidiò que ya habìa visto suficiente.
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