11.8.07

Algo asi como Un transantiago u Otra de lagos ..

La falta de un financiamiento adecuado es una de las principales trabas para que el Centro Cultural Palacio La Moneda esté a la par con las altas expectativas que generó cuando fue inaugurado. El 2007 ninguna de sus exposiciones ha provocado el fenómeno de público que se vivió el año pasado y su restringido presupuesto de 600 millones de pesos apenas alcanza para los costos operativos.
En diciembre de 2005, poco tiempo antes de la inauguración del Centro Cultural Palacio La Moneda (CCPLM), un informe de Identidad y Posicionamiento Estratégico elaborado por la consultora Verde sentaba las ambiciones del proyecto: "Es importante señalar que la calidad que se busca para el CCPLM implica operar a niveles que no existen actualmente en Chile". La mejor confirmación de estas ambiciones llegó el día 26 de enero de 2006, cuando el Centro -con el presidente Ricardo Lagos y su homólogo de México, Vicente Fox, a la cabeza- fue inaugurado con la exhibición "Del cuerpo al cosmos", una espléndida muestra de arte precolombino mexicano.
El principal artífice en sacar adelante esta exposición fue Álvaro Covacevich, empresario, coleccionista y cineasta con residencia en México, quien además fue el ideólogo de instalar un espacio cultural bajo La Moneda. Un año después, en enero pasado, Covacevich, con su empeño habitual, relataba que uno de los proyectos en que estaba trabajando para este 2007 era otra exposición igualmente ambiciosa: Tesoros de América Latina, una importante muestra de arte colonial. Con más de 250 obras creadas en los virreinatos de Nueva España y del Perú, más la colonia portuguesa en Brasil, esta muestra se presentó primero en el Museo de Filadelfia y luego viajaría a Ciudad de México y Los Angeles.
El propio Covacevich reconocía que sus esfuerzos también tenían una visión de mayor calado para el posicionamiento del CCPLM a nivel internacional. Su plan era que tras su paso por el Museo de Arte del Condado de Los Angeles, esta exposición viajara después a Chile, para hacerla coincidir con la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se realizará en Chile en noviembre próximo.Pero la audacia de Covacevich esta vez se tropezó con un escollo mayor, silencioso en los inicios del proyecto, pero que este año ha quedado en evidencia en la programación del Centro Cultural: su precario financiamiento. Con un presupuesto de fondos públicos que asciende a los 600 millones de pesos anuales, el año pasado se tuvo que pedir una subvención adicional a la Presidencia de 100 millones de pesos para poder cerrar el año y pagar los sueldos.
Hasta Alejandra Serrano, directora del CCPLM desde mediados de marzo, reconoce que ese presupuesto alcanza principalmente para los costos operativos del Centro, desde pagar los sueldos hasta la cuenta de la luz, lo que no es menor para un espacio que tiene 7.200 metros cuadrados. Frente a esos gastos, el presupuesto que queda para echar a andar las exposiciones -el rostro más visible de este centro cultural- es escaso.
Choque de expectativas
Esta camisa de fuerza puesta por el presupuesto era, sin embargo, un reto conocido por las autoridades culturales, incluso antes de la inauguración del centro cultural. Así lo precisaba el informe de Verde, elaborado por Pablo Álvarez: "El principal desafío lo constituye el lograr movilizar recursos, en una magnitud que actualmente no se realiza en Chile para proyectos culturales similares. La definición inicial del gobierno es no aportar recursos para exhibiciones (sino sólo para la operación del Centro) y no parece evidente o fácil que los auspicios de empresas públicas y privadas, junto con la cooperación internacional, logren reunir los fondos requeridos".
Pero esta advertencia incluso iba más lejos, al concluir que "si las exhibiciones no cuentan con los fondos necesarios para garantizar su calidad y ésta resulta ser mediocre o deficitaria, el daño a la imagen del Centro será grande".
En lo que va del presente año, ninguna de las exposiciones que se han presentado en el Centro Cultural han cumplido con las altas expectativas iniciales. Al menos en lo que se refiere al impacto mediático y de público. Alejandra Serrano considera prematuro entregar por el momento cifras de visitantes y dice que recién estará en condiciones de hacerlo a final de año. Pero visitar regularmente el Centro Cultural un día domingo -cuando la entrada es gratuita y se esperaría un mayor número de visitantes- puede ser un buen barómetro. No se han visto las aglomeraciones que generó la exposición de arte precolombino "Del cuerpo al cosmos", ni mucho menos las colas de hasta media hora que había que hacer para entrar a la exposición de Nicanor Parra en el segundo semestre del año pasado.
Serrano reconoce que la exposición "Literaturas del exilio", inaugurada en marzo pasado, tuvo un flujo menor, pero asegura que se remontó con "Transpacífico", muestra de artes visuales con artistas de Asia y locales bajo la curaduría de Gerardo Mosquera, que partió en mayo. Al interior del Centro Cultural, quienes estuvieron en la organización de esta muestra desde sus inicios, aseguran que entre lo que se ideó inicialmente y lo que finalmente se mostró al público hubo una gran brecha. No vinieron los artistas de Asia, como estaba planificado en un comienzo y tampoco se pudieron hacer obras especialmente para el Centro, lo que explicaría la gran cantidad de videos con que finalmente se llenaron las salas.
Sobre Tesoros de América Latina, Serrano se apura en aclarar que nunca estuvo programada oficialmente. "Hubiera sido maravilloso poder traerla, pero costaba 5 millones de dólares. Tú comprenderás que el país no tiene 5 millones de dólares para dedicárselos a eso. Y tampoco el sector privado es lo suficientemente audaz o responsable socialmente para hacerlo".
Cómo se maneja el tema de los auspicios y la relación del Centro Cultural con la empresa privada es una de las grandes incógnitas en torno a la gestión del recinto. Según una fuente del Centro Cultural que estuvo en la gestión del proyecto desde sus inicios, en un principio se pensó que conseguir auspicios sería una tarea fácil, "que todos los bancos querrían estar", especialmente por el peso simbólico y la ubicación estratégica de un espacio cultural vecino al palacio de gobierno. Pero, tal como lo advirtió el informe de Verde, conseguir auspicios ha sido un tema complicado.
Un gestor cultural al que le tocó trabajar con el CCPLM, asegura que en ese tema es mejor batírselas solo, sin esperar que el Centro logre movilizar recursos. De hecho, en su caso particular, todos los auspicios de privados los consiguió gracias a sus propias gestiones.
Sin embargo, la visión de Alejandra Serrano sobre este tema, a casi cinco meses de haber asumido su cargo, es diametralmente opuesta: "Operamos con tres personas en el tema de los auspicios, y tenemos resultados bien significativos en términos de volumen, probablemente mucho más que otras instituciones. El 22% de los recursos que tenemos hoy en día provienen del sector privado".
Según la directora del CCPLM, el problema es que para este centro se necesitan grandes inversiones. También dice "no entender" las altas expectativas que se tienen frente al Centro Cultural que dirige. "¿En qué otro espacio hay tanta expectativa?", se pregunta. Cuando se le insiste en su carga simbólica -su ubicación estratégica y que fue un proyecto del ex presidente Lagos-, arremete: "Ustedes (los periodistas) tratan de convertirlo en un tema político, en el sentido de que fue creado en el gobierno de Lagos y entonces lo llaman el 'museo de Lagos'. Es un error enorme, esto es del país, esto no lo hizo sólo Lagos, no lo hizo para venir a disfrutar su sala de exhibiciones, lo hizo para los chilenos".
Al insistirle justamente en la importancia que debiera tener lo que se exhibe en las dos salas de 620 metros cuadrados, Serrano responde: "El tema es el público, no es lo que se exhibe aquí. El tema es que los chilenos tengan acceso a bienes culturales de calidad a través de la gestión de este centro".
Terremotos internos
Aunque los problemas de presupuesto del Centro Cultural han quedado más en evidencia a partir del 2007, desde el año pasado este tema es un asunto que preocupa a los miembros del directorio y a su presidenta, la ministra de Cultura Paulina Urrutia. La llegada de Micaela Thais -antes gerente de marketing de DBM Chile, especialistas en outplacement- al cargo de gerenta de administración y finanzas en noviembre del año pasado, demostró la preocupación que existía al respecto.
Para el 2007, Alejandra Serrano asegura que no será necesario pedir otra subvención presidencial, pero sí reconoce que ya están gestionando un aumento de los recursos públicos del recinto, con miras a la discusión del presupuesto en el Congreso, en noviembre. No entrega cifras, pero dice que será un aumento "significativo".
Justamente por los problemas de presupuesto del recinto, a un mes de haber llegado a su cargo, Serrano hizo noticia por los despidos al interior del Centro Cultural. Según ella, "sólo fueron seis". Uno de los grandes damnificados con esta "reasignación de presupuesto", que es como Serrano se refiere a estos despidos, fue la cineteca -un proyecto pionero y único en su tipo en Chile-, donde nombres clave para la puesta en marcha de este proyecto y aliados de su director, Ignacio Aliaga, vieron reducidas sus labores a media jornada.
Esta marginación de la cineteca también se ha visto reflejada en su posicionamiento y en la difusión de sus actividades. Pese a contar con una moderna sala en la que se han exhibido valiosas muestras de cine arte tanto nacional como internacional, una buena parte de estas funciones se presenta ante un escasísimo público.
Para paliar este panorama, fuentes al interior del Centro Cultural aseguran que Ignacio Aliaga y su equipo -de larga trayectoria en el tema y ampliamente respetado en el sector audiovisual- estarían haciendo gestiones para la creación de una fundación que se dedique exclusivamente al desarrollo del proyecto de la cineteca.
Serrano reconoce las falencias en el plano de la difusión y las estrategias comunicacionales del recinto. Y asegura que ya tomará cartas en el asunto: "Este fin de semana voy a hacer una publicación para buscar una persona orientada básicamente a las comunicaciones y el marketing. El Centro hoy día no aparece posicionado con fuerza en el tema del cine". Esta nueva contratación también parece vital, según Serrano, para apoyar el tema de los auspicios.
Otro notorio cambio del Centro Cultural fue la salida de Dominique Hughes, en mayo pasado, por diferencias de criterio con la actual dirección del recinto. Desde su cargo de directora de exposiciones, Hughes fue reclutada incluso desde antes de la inauguración del recinto por el ministro de Cultura de entonces, José Weinstein.
Más que en el contenido de las exposiciones, Serrano anuncia que el acento de su gestión estará en otras áreas. Como ofrecer perfeccionamiento a los profesores de Artes Plásticas a través del Centro de Documentación de Artes Visuales, lograr la climatización de la bodega de la cineteca, instalar una cafetería para los estudiantes y abrir el Centro a otras disciplinas como la danza, la música o la literatura. Mientras, reconoce que las mayores expectativas del público están puestas en la apertura de la muestra dedicada a Violeta Parra, fechada para noviembre, y cuyos fondos fueron gestionados por la Corporación del Patrimonio Cultural de Chile, que preside Cecilia García-Huidobro, miembro del directorio del CCPLM. Por el momento, las ambiciosas exposiciones, tal como las soñó Covacevich al idear el Centro, parecen ser cosa del pasado.

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