Te hablo
con una voz manchada
como nuestra historia.
Te hablo tratando de cruzar
el mar que nos separa.
Soy un huinca
y en mis huesos se marca
el ancestral olor a muerte
provocado por españoles asesinos.
Soy un huinca
que carga con la usurpación de tus tierras
y las lágrimas de niños mapuches,
que ven desaparecer a sus padres
entre grandes ciudades
en un mundo de tristeza.
Te hablo con la sinceridad
de mis manos abiertas.
En mi condición híbrida,
zapatea en mis venas
tu sangre rabiosa
y golpea a este corazón Mapuche
una cascada libertaria,
que seguirá tus huellas sureñas
a donde vayas.
Déjame besar
tus humeantes mejillas
y luchar contigo.
¡MARICHI WUEU!
(Malatesta)
(DistronLuis)
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